Las enfermedades
mentales están muy presentes en España. Según la Fundación Española
de Psiquiatría y Salud Mental, cerca
de un tercio de los españoles padece algún tipo de trastorno
psiquiátrico. El trastorno psiquiátrico más común en la actualidad
es la depresión. A este le siguen los trastornos de ansiedad y las demencias
seniles, de las cuales, la más común es el Alzheimer.
Otro tipo de
trastornos mentales, como la esquizofrenia, afectando en nuestro país a cerca
de cuatrocientos millones de personas diagnosticadas. Este se trata de uno de
los trastornos mentales más graves, ya que supone una notable elevación del
riesgo de suicidio.
Los trastornos
de ansiedad, según la SEAS (Sociedad Española para el estudio de la
Ansiedad y el Estrés), suponen cerca del 15% de la población española. Estas
personas, según relata el psicólogo Sebastián Mera, viven en un estado
de alarma constante. Se encuentran estresados por cuestiones que
muchas veces ni siquiera existen. La etiología o causa de esta enfermedad puede ser muy variada, aunque una de las más influyentes es la situación económica en ese momento de la vida o el trabajo. No obstante, este tipo de trastorno se puede curar mediante fármacos y terapias psicológicas ayudando a estas personas a recuperar el control sobre su vida.
La
depresión afecta en la
actualidad a cerca de cuatro millones de personas. Este tipo de trastorno
supone según la OMS la principal causa de discapacidad en el mundo, ya que
tiene un gran impacto en la vida personal, familiar y laboral de quien lo
padece. Este trastorno mental se caracteriza por la falta de motivación,
el descuido en las relaciones sociales o el llanto por cuestiones sin
importancia, que indican una visión negativa de la vida. Las causas son
muy variadas y difieren en cada individuo aunque, al igual que en los
trastornos de ansiedad, una causa muy común es el tema económico. El
tratamiento consiste en la administración de fármacos adecuados acompañados de
terapias psicológicas.
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que deteriora la
capacidad de la persona en aspectos como la percepción, el pensamiento, la
voluntad o las emociones, es decir, conlleva a la pérdida de
contacto con la realidad. Los síntomas varían en función de la persona,
por lo que son difíciles de identificar, aunque los más comunes son los
delirios o las alucinaciones, así como la pérdida de ciertas funciones vitales
y mentales. Las causas de esta enfermedad son variadas, aunque una de las más
determinantes es la herencia genética. La esquizofrenia, que afecta en
España a casi medio millón de personas, requiere tratamiento médico, de vital
importancia, ya que multiplica por nueve la posibilidad de suicidio de la
persona enferma.
Los enfermos mentales tienen una serie
de problemas médicos y sanitarios que precisan atención y seguimiento por parte
de los equipos de salud, tanto desde el nivel de atención primaria
como desde el de atención especializada. Por ello es necesario que las familias
sean conscientes de que un seguimiento adecuado es necesario para prevenir
recaídas que harían difícil la permanencia de estos enfermos en su medio
familiar y social.
Las familias deben conocer que, a pesar de
que el familiar mental conviva con ellos y posea un nivel relativamente
aceptable de autonomía, éstos siguen precisando apoyo y protección,
cuidados socio-sanitarios constantes y revisión sostenida de su estado y sus
necesidades.